Después de días de preparación, finalmente mi hija se fue al extranjero a vivir.
De Venezuela a Argentina hay 5.095 kms de distancia; 3.166 millas que nos separan.
Definitivamente acompañarla al aeropuerto internacional fue una experiencia para mis emociones. Llorar viéndola partir no estaba en mis planes porque sabía que a ella le afectaría, pero no pude mitigar el golpe de pesar que se alojó en mi pecho.
- Mi hija se va a vivir otro país - me dije, y el llanto fluyo cual caída de agua del sur de mi hermosa tierra.
Me sentí perdida , desorientada , parecía que no tenía idea ni siquiera por donde debía caminar. Afortunadamente no estaba sola , de lo contrario, seguramente no habría llegado a casa con bien; mi mente tal vez hubiese jurado que quien iba de Venezuela a Argentina era yo. Así me sentía , montada en un avión para recorrer todos esos kilómetros.
Definitivamente una parte importante de mi alma estaba sentada en uno de esos asientos.
Después de que llegué a casa la soledad se hizo presente , y aun hoy pasados veinte días de haber vivido esa experiencia, siento un gran vació, no es para menos mi "burusita" jamas estuvo a tanta distancia de mi.
He venido , claro esta, utilizando herramientas para manejar la situación. Reconocer como funciona el apego ha sido primordial así como su constante comunicación por WhatsApp .
Les digo es duro...mucho, nadie puede determinar cuanto, porque cada uno vive su momento a su manera , pero me ha ayudado saber que Argentina le abrió los brazos y que la veo encaminada.
De Venezuela a Argentina hay mucho más que kilómetros de distancia, hay suspiros, bendiciones de madre, hay besos infinitos, hay millas de caricias y canciones de cuna.
Gracias Argentina por darle cobijo a mi niña , seguramente en algún momento iré a agradecerte en persona .
el de mi amada hija.
