Respiré tu alma y me quedó tu presencia incrustada en los sentidos.
Pude percibir tu esencia,
y aunque evité mirarte,
respiré tu alma.
Ella es suave como un murmullo,
dulce como la miel,
fuerte y vital como la vida misma.
Respiré tu alma y se despertó mi piel...
Algunas almas al ser respiradas disfrutan llenando pulmones.

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